En mayo de 2024 mi corazón se detuvo mientras salía un rato en bici 💔. No recuerdo ese momento, pero sé que gracias a una persona que inició una rápida reanimación cardiopulmonar (RCP) pude salvar mi vida y recuperarme por completo.
Desafortunadamente, las paradas cardíacas son más comunes de lo que pensamos y pueden ocurrirle a cualquiera en tu entorno. Aunque las causas pueden variar, lo importante es actuar con rapidez.
La RCP es una técnica que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Cada minuto que pasa sin recibir RCP reduce las posibilidades de supervivencia y aumenta el riesgo de secuelas graves. Sin embargo, gracias a esa rápida actuación, mis posibilidades de recuperación aumentaron considerablemente.
Ser testigo de una parada cardíaca puede ser una experiencia traumática, pero saber cómo actuar puede transformar una situación desesperada en una oportunidad para salvar una vida.
Motivado por esta experiencia, decidí actualizar mis conocimientos en RCP y aprender a utilizar los desfibriladores externos automáticos que se encuentran en muchos lugares públicos. Considero que todos deberíamos estar preparados para ayudar a otros en una situación de emergencia.
APRENDE CÓMO HACER UNA RCP EFECTIVA
Sé que no es un tema del que se hable mucho, pero creo firmemente que la formación en RCP debería ser más accesible y difundida. Al aprender esta técnica básica, no solo estás preparado para salvar la vida de alguien más, sino que también te estás dando a ti mismo conocimientos para mayor tranquilidad.
Si aún no has realizado un curso de RCP, te animo a que lo hagas. Encontrarás muchas opciones disponibles en línea y en centros de formación y asociaciones cercanos a ti. ¡Cada persona capacitada puede marcar la diferencia!
Os comparto un vídeo donde otra persona explica su historia: